REGALO A MAMÁ
En esta Navidad bella,
bella a pesar de las nubes
he querido yo ofrecerte,
ofrendarte,
regalarte,
un Diario en el que tu escribas
día y noche,
noche y día,
lindas letras,
versos suaves,
en el que todos tus hijos
que te amamos y adoramos,
podamos un día leer
tu vida con sus escollos,
sus pasiones,
sus anhelos,
alegrías y tristezas,
todo en uno,
uno en todo,
que nos hará tan felices
igual que cuando de niños
tu regazo generoso
nos daba cálido abrigo.
No encontré Diario más lindo
quería hacértelo de oro,
con granates y rubíes,
estrellitas verdaderas,
lunas perlas aire y mar
pero no importa, Mamita,
pues tu alma de poeta
sabrá ver en cada hoja
un trocito de ese cielo
que deseo para ti.
Comienza hoy a escribir
y así en cada Navidad
podremos tenerte cerca
aunque algo lejos estés
pues sólo al leer tu Diario,
tierno y recio,
amargo y dulce,
suave y fuerte como tu,
estarás con tu presencia,
diciendo con prontitud:
¡Vamos, vamos a alegrarse
ya nació el Niño Jesús!
SIEMPRE
Para ti Papito linto
también he hecho yo un verso,
un verso que te recuerde
con tristeza,
con nostalgia,
y también con alegría,
aquellos tiempos hermosos
en que junto a tu María,
llegabas a los zapatos
y colocabas en ellos,
los regalos y los besos
que el Niño Jesús mandaba
para que nos endulzara
a todos esa mañana.
Piensa que no hemos crecido,
que aún seguimos esperando,
a ese Niño Jesús bello
que a través de tu cariño,
nos traía cada año,
todo el cielo,
todo el sol,
con la luna y las estrellas,
que nos llenaban de brillo
de Amor
de Luz
y Esplendor.
¡Si crecieron dirás tu!,
pero te equivocas Papi,
aún somos pequeñitos
y deseamos como antes
verte cerca,
silencioso,
cariñoso
y embustero,
colocarnos los juguetes
cual el gran Niño Jesús.
Navidad 1982
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